Comisión Sudáfrica 2010 se burla del Perú

Los miembros de la Comisión Sudáfrica 2010 pusieron en evidencia, una vez más, su total desprecio a la afición peruana. El informe que hicieron público hace unos días y, en el que mencionan la separación indefina de 4 futbolistas, es inconsistente y confuso.

Separan a 4 jugadores del seleccionado pero NO dicen por qué son separados, qué faltas han cometido. Y peor aún, finalizan diciendo que NO ESTÁN SEGUROS que fueron ellos los que cometieron las faltas (que tampoco mencionan). Eso es grave y demuestra una gran irresponsabilidad. No me extrañaría que sean denunciados por todo lo que están ocasionando a los mencionados futbolistas.

¿En qué se basó dicha comisión para hacer ese informe? Todo hace indicar que sólo se basaron en las palabras del Jaime Bayli, que lanzó el tema a la pantalla y, claro está, en la presión de los medios de prensa.

No pretendo defender a los que cometieron las faltas, pero tampoco estoy de acuerdo a las acusaciones ligeras e irresponsables de quienes se espera una actuación bien razonada y conforme a las leyes que nos gobiernan.

Con este tipo de acusaciones lo único que se está haciendo es AJUSTICIAR a los que menos culpas tienen de los fracasos y malos manejos de la FPF. El problema del fútbol peruano es de dirección, organización, planes de acción, reglas claras y manejo honesto y transparente.

Los que juegan, o los que entran a la cancha, son los últimos en responsabilidad por los fracasos y la inconducta; aunque son los más visibles y cercanos al público, ellos llegan al equipo por una decisión directiva, juegan en función a una estrategia planteada por otros.

Mejor dicho, no es inteligente culpar al futbolista por jugar mal, sino al dirigente por llamarlo al equipo y permitirle tales o cuales cosas; por que esos dirigentes son los responsables de convocarlos a pesar de sus defectos o sus virtudes.

En el fútbol (y creo que en todo deporte) lo que vez a primera vista es el resultado de un largo proceso; es la punta de iceberg que comienza con la formación, preparación y condiciones personales finales, así como de aspectos de calidad y capacidad organizacionales de toda la institución que les permite, facilita, promueve o los selecciona para tal o cual cosa.

En fin, con esas personas enquistadas en la Federación Peruana de Fútbol, hay fracasos y escándalos para rato.

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