Falta de profesionalismo mata al fútbol peruano

Con testimonios al estilo de los chismes de farándula, el escándalo de la juerga de los seleccionados amenaza con extenderse cada vez más. Ahora parece que la gran mayoría de futbolistas y con la permisibilidad del comando técnico habría participado en la juerga de amanecida.

Lo que se deja entrever en todo esto, es la falta de manejo profesional de la dirección del seleccionado. La misma presidencia de la FPF y la comisión Sudáfrica 2010, carecen del profesionalismo para conducir los destinos del fútbol, que es indispensable en estos días tan competitivos. No se trabaja en base a metas, ni planes, ni menos aún se definen tareas para lograr un par de objetivos.

Por su parte, la dirección técnica del equipo, también hace gala del mismo defecto; pues el Chemo maneja amicalmente de sus dirigidos; sin reglas explicitas, ni permisos evidentes y con libertades individuales que se toman en cualquier pollada o reunión social.

No hay un adecuado (profesional) manejo del grupo; pues, para ellos, la idea es sólo reunir a un grupo de amigos con el fin de que todos coman y duerman tan sólo por que deben hacerlo. Pues se pretende tratarlos como si fueran soldados que se alistan para un combate a muerte; sin opciones recreativas controladas u orientadas a canalizar su dinámica personal y cuidar su propia integridad física.

Se ha ignorado totalmente la dinámica de un grupo de personas de distintas procedencias y economías. No se tiene planeado qué hacer para evitar comportamientos que surgen de situaciones monótonas a las cuales, los seleccionados, están sometidos pero que tienen el derecho y los medios para escapar.

Nadie que vuelva a su país, después de trabajar duro, se queda encerrado en su casa por más de un día. ¿Y por qué ellos tendrían que hacerlo? Pues el regreso a tu país, es casi siempre una fiesta y todos los que llegan están ansiosos no sólo de visitar a sus familiares y amigos, sino también de interactuar con su cultura.

No pretendo justificar el comportamiento manifestado por los seleccionados, solo destacar aspectos que deben ser tomados en cuenta por la directiva para planificar mejor las denominadas concentraciones. Bueno, esto es sólo un aspecto del problema.

Es un grave error dejar a su libre albedrío a un grupo humano del que se espera moderación y cuidado, a peor aún sabiendo que algunos de sus miembros tienen el poder del dinero. Tanto dinero que pueden financiar los gastos de la misma Federación Peruana de Fútbol.

Comentarios