Los peruanos miran, se lamentan y se van
¿Qué más falta ver?. Creo que ya nada. Matanzas en penales, encarcelamientos injustos, asesores comprando congresistas, personas y dueños de medios de comunicación; un presidente persiguiendo a su compinche por las calles limeñas.
Y ahora, otro par de gemelos que hacen de las suyas. ¿Todos se preguntan ¿qué hay entre Alejandro Toledo y Fernando Olivera?. ¿Por qué, el primero, está totalmente sometido al segundo?. Nadie sabe con certeza. Pero es enteramente válido sospechar que nada bueno está detrás de ese apego. Hay, sin lugar a dudas, CORRUPCIÓN.

¡Me voy como sea y a donde sea!
Lo que hace Olivera, es ley para Toledo. Lo acata sin importarle lo que suceda con sus partidarios y menos con el Perú.
Esa es la condena de los países del tercer mundo: la corrupción. En el Perú esto es peor aún, por que los peruanos, sólo miran, se lamentan y se van.
Los peruanos seguimos mirando sin hacer nada más que lamentarnos. Otros, peor aún, emprenden una empresa que en nada contribuirá a solucionar esos problemas. Las colas en migraciones siguen creciendo, muchos peruanos están sacando sus pasaportes para largarse a cualquier parte.
Entonces ¡qué hacer!. Necesitamos algo más que otra Marcha de los Cuatro Suyos. Una rebelión, sin lugar a dudas. Pero una rebelión PACÍFICA, no confundir.
¿Qué más falta ver?. Creo que ya nada. Matanzas en penales, encarcelamientos injustos, asesores comprando congresistas, personas y dueños de medios de comunicación; un presidente persiguiendo a su compinche por las calles limeñas.
Y ahora, otro par de gemelos que hacen de las suyas. ¿Todos se preguntan ¿qué hay entre Alejandro Toledo y Fernando Olivera?. ¿Por qué, el primero, está totalmente sometido al segundo?. Nadie sabe con certeza. Pero es enteramente válido sospechar que nada bueno está detrás de ese apego. Hay, sin lugar a dudas, CORRUPCIÓN.

¡Me voy como sea y a donde sea!

Lo que hace Olivera, es ley para Toledo. Lo acata sin importarle lo que suceda con sus partidarios y menos con el Perú.
Esa es la condena de los países del tercer mundo: la corrupción. En el Perú esto es peor aún, por que los peruanos, sólo miran, se lamentan y se van.
Los peruanos seguimos mirando sin hacer nada más que lamentarnos. Otros, peor aún, emprenden una empresa que en nada contribuirá a solucionar esos problemas. Las colas en migraciones siguen creciendo, muchos peruanos están sacando sus pasaportes para largarse a cualquier parte.
Entonces ¡qué hacer!. Necesitamos algo más que otra Marcha de los Cuatro Suyos. Una rebelión, sin lugar a dudas. Pero una rebelión PACÍFICA, no confundir.
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