Hace unas tres semanas atrás me mudé de oficina. El lugar dónde estoy ahora es, sin duda, mejor que el anterior, por que es un espacio propio para mi equipo de trabajo. Esto es una gran conquista en algunos lugares; pues ahora podemos saborear cierta independencia y respirar nuevos aires, así como afianzar lazos laborales con amigos de las oficinas que nos flanquean.
Pero, como no todo es perfecto, pronto percibimos que algo andaba mal.
La concentración que requerimos para desarrollar nuestro trabajo se vio seriamente afectada. Pues el personal, como es natural, pronto se involucró y contagió del entorno que cada mañana nos recibía con un fondo musical que me pareció de maravilla sólo los dos primeros días. Posteriormente empecé a incomodarme por que vi que mi espacio laboral se iba convirtiendo en un mar de suspiros.
Resulta que la secretaria de la oficina contigua se pasa todo el día escuchando música del recuerdo "pegada" a una emisora que se ha convertido en una pesadilla para mí: se trata de Radio Felicidad que ahora la escucho hasta dormido.
Desde entonces, resuena en mis oídos, esas melodías de hace más de tres décadas. Como consecuencia de ello, mi equipo de trabajo, se vio envuelto en melancolía, pena, tristeza y no se qué tipo de sentimientos que no deja trabajar tranquila y efectivamente.
A partir de allí me puse a analizar y, movido por esos trajines hacia el pasado, a rememorar cosas y situaciones de mi vida. También terminé envuelto en suspiros y sentimientos de abandono.
Recordé entonces que alguna vez visité la cárcel en la época en que estaban encerrando a todo aquél que miraba mal a Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. En esos días cualquiera era acusado de terrorista y,.... a la reja.
Los policías que custodiaban a los presos también transmitían música del recuerdo por los altoparlantes durante todo el día. La música de Leo Dan, Pasteles Verdes, Los Galos, Nincola Di Bari, Camilo Sesto, Los Ángeles Negros, etc. Fueron las melodías que todos los días resonaban en los oídos de los internos. El propósito era debilitarlos anímicamente y procurar su arrepentimiento. Efectivamente, muchos se arrepintieron y así, el poder de turno ganó una batalla más a la subversión y derrumbó a los que habían llegado por otros motivos.
Ahora toda esa música se ha volcado a las calles limeñas a través de la radio. Una de ellas es la antes mencionada Radio Felicidad. Lo escucho en todos los microbuses, grandes y pequeños, y en lugares, como la oficina contigua al lugar donde trabajo.
Entonces me pregunto ahora ¿a qué se debe todo esto?. ¿A qué se debe que haya tantas emisoras que emiten música del recuerdo todo el día?. Muchas de ellas ni siquiera ponen propaganda, ¿De qué viven?.
¿Hay alguien que está usando estas emisoras para lograr algún propósito?. ¿A qué se debe el repentino cambio de emisoras como 1160 Radio Noticias, que sin ninguna explicación cambio de línea y ahora se la pasa difundiendo este tipo de música?.
La música del recuerdo está asociada a vivencias y situaciones emocionales, su escucha provoca en la gente evocaciones cargadas de sentimiento; los suspiros abundan y así, las personas quedan hundidas en su propia subjetividad, inmovilizadas y, por tanto, atrapadas en la improductividad y sin atinar a nada en la realidad. Se les escapa hasta una tortuga.
La persona no piensa ni razona, se emociona y, si está en una situación de apuro, se vuelve un manojo de desesperanza. Así caminan por las calles como suspendidas de una cuerda, perdida en sus recuerdos, o problemas reales, prestados o imaginados y, mientras tanto, en la realidad los vivos hacen de las suyas.
De esta manera los políticos se allanan el camino. ¡Inmovilizando, adormeciendo al pueblo!.
Esto es solamente una manera de mantener controlado a la población. Hay muchas otras. Hace poco la imagen de la virgen apareció en el caparazón de una tortuga y, unos días más atrás, el presidente se puso a hablar de la pena de muerte, como si se tratara de matar pavos para la navidad.
Por el momento, he declarado la guerra a esa secretaria y también a Radio Felicidad. Finalmente, confieso que me gusta la música, pero no puedo pasarme todo el día suspirando. Tengo que trabajar, producir y ver lo que pasa en mi realidad. Además, hay otro tipo de música que te puede hacer más productivo
Pero, como no todo es perfecto, pronto percibimos que algo andaba mal.
La concentración que requerimos para desarrollar nuestro trabajo se vio seriamente afectada. Pues el personal, como es natural, pronto se involucró y contagió del entorno que cada mañana nos recibía con un fondo musical que me pareció de maravilla sólo los dos primeros días. Posteriormente empecé a incomodarme por que vi que mi espacio laboral se iba convirtiendo en un mar de suspiros.
Resulta que la secretaria de la oficina contigua se pasa todo el día escuchando música del recuerdo "pegada" a una emisora que se ha convertido en una pesadilla para mí: se trata de Radio Felicidad que ahora la escucho hasta dormido.
Desde entonces, resuena en mis oídos, esas melodías de hace más de tres décadas. Como consecuencia de ello, mi equipo de trabajo, se vio envuelto en melancolía, pena, tristeza y no se qué tipo de sentimientos que no deja trabajar tranquila y efectivamente.
A partir de allí me puse a analizar y, movido por esos trajines hacia el pasado, a rememorar cosas y situaciones de mi vida. También terminé envuelto en suspiros y sentimientos de abandono.
Recordé entonces que alguna vez visité la cárcel en la época en que estaban encerrando a todo aquél que miraba mal a Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. En esos días cualquiera era acusado de terrorista y,.... a la reja.
Los policías que custodiaban a los presos también transmitían música del recuerdo por los altoparlantes durante todo el día. La música de Leo Dan, Pasteles Verdes, Los Galos, Nincola Di Bari, Camilo Sesto, Los Ángeles Negros, etc. Fueron las melodías que todos los días resonaban en los oídos de los internos. El propósito era debilitarlos anímicamente y procurar su arrepentimiento. Efectivamente, muchos se arrepintieron y así, el poder de turno ganó una batalla más a la subversión y derrumbó a los que habían llegado por otros motivos.
Ahora toda esa música se ha volcado a las calles limeñas a través de la radio. Una de ellas es la antes mencionada Radio Felicidad. Lo escucho en todos los microbuses, grandes y pequeños, y en lugares, como la oficina contigua al lugar donde trabajo.
Entonces me pregunto ahora ¿a qué se debe todo esto?. ¿A qué se debe que haya tantas emisoras que emiten música del recuerdo todo el día?. Muchas de ellas ni siquiera ponen propaganda, ¿De qué viven?.
¿Hay alguien que está usando estas emisoras para lograr algún propósito?. ¿A qué se debe el repentino cambio de emisoras como 1160 Radio Noticias, que sin ninguna explicación cambio de línea y ahora se la pasa difundiendo este tipo de música?.
La música del recuerdo está asociada a vivencias y situaciones emocionales, su escucha provoca en la gente evocaciones cargadas de sentimiento; los suspiros abundan y así, las personas quedan hundidas en su propia subjetividad, inmovilizadas y, por tanto, atrapadas en la improductividad y sin atinar a nada en la realidad. Se les escapa hasta una tortuga.
La persona no piensa ni razona, se emociona y, si está en una situación de apuro, se vuelve un manojo de desesperanza. Así caminan por las calles como suspendidas de una cuerda, perdida en sus recuerdos, o problemas reales, prestados o imaginados y, mientras tanto, en la realidad los vivos hacen de las suyas.
De esta manera los políticos se allanan el camino. ¡Inmovilizando, adormeciendo al pueblo!.
Esto es solamente una manera de mantener controlado a la población. Hay muchas otras. Hace poco la imagen de la virgen apareció en el caparazón de una tortuga y, unos días más atrás, el presidente se puso a hablar de la pena de muerte, como si se tratara de matar pavos para la navidad.
Por el momento, he declarado la guerra a esa secretaria y también a Radio Felicidad. Finalmente, confieso que me gusta la música, pero no puedo pasarme todo el día suspirando. Tengo que trabajar, producir y ver lo que pasa en mi realidad. Además, hay otro tipo de música que te puede hacer más productivo
Comentarios
¿La hay?
Felicitaciones por tu blog...
Tu último post me ha "chocado" porque "amo" Radio felicidad.
En otro post trataré de música y su influencia en la actividad de la persona...
Si de música del recuerdo se trata, prefiero Zeta u Oxígeno, que no pasan tanta balada cursi, pero también me caaaanso de escuchar taaantas vejeces (por más que me gusten AC/DC o Twisted Sister) y y pongo otra cosa. RPP, Planeta, Studio 92, o simplemente alguna de las radios en Internet, a la caza de novedades.
Y confieso que me divierto mucho escuchando "Mal Elemento", "Mañana Maldita" y claro, "Los chistosos".
Por favor, la vida es muy corta para andarse deprimiendo por huevaditas, linchen a esa secretaria, háganle callejón oscuro (o consíganle un "Suzan"(*) que la haga feliz) o váyanse consiguiendo cada uno de ustedes su mp3 o su discman caleta. Salud mental que le llaman.
He dicho!!
(((*)"Suzan" = "Su Zambo")))
Cuidado, este mail fue escrito por un experto en sicosociales jajajajaj