Una auténtica campaña psicosocial están realizando la Alianza APRA-FUJIMORI con lo cual están logrando desviar la atención del pueblo del negociado que se estaría produciendo en torno a la extradición del dictador Alberto Fujimori.
Por un lado, el Presidente García está propalando sus peroratas a favor de la pena de muerte, y ahora nos sale con un mensaje lleno de demagogia, en la que se describe a un país del primer mundo, y no del cuarto, como constatamos día a día.
Por otro lado, la congresista Martha Hildebrandt, presenta su proyecto para modificar leyes que echarían por tierra la gratuidad de la enseñanza.
Ambos temas son muy sensibles para la población que ya amenaza con salir a las calles para defender derechos y principios.
Es sabido que García busca impunidad con el tema de la pena de muerte, es decir, de aprobarse una ley que aplique la pena máxima, más allá de sus consecuencias para el país en el entorno nacional e internacional, los crímenes del Frontón estarían justificados.
Por su parte, Hildebrandt presentó un proyecto que bien pudo haberlo hecho cuando estuvo con todo el poder en sus bolsillos, durante el gobierno de su ídolo y hoy preso Alberto Fujimori.
Mientras tanto, bajo la mesa, se están negociando las condiciones de la extradición del prófugo.
¡Qué sorpresas nos traerán!.
Por un lado, el Presidente García está propalando sus peroratas a favor de la pena de muerte, y ahora nos sale con un mensaje lleno de demagogia, en la que se describe a un país del primer mundo, y no del cuarto, como constatamos día a día.
Por otro lado, la congresista Martha Hildebrandt, presenta su proyecto para modificar leyes que echarían por tierra la gratuidad de la enseñanza.
Ambos temas son muy sensibles para la población que ya amenaza con salir a las calles para defender derechos y principios.
Es sabido que García busca impunidad con el tema de la pena de muerte, es decir, de aprobarse una ley que aplique la pena máxima, más allá de sus consecuencias para el país en el entorno nacional e internacional, los crímenes del Frontón estarían justificados.
Por su parte, Hildebrandt presentó un proyecto que bien pudo haberlo hecho cuando estuvo con todo el poder en sus bolsillos, durante el gobierno de su ídolo y hoy preso Alberto Fujimori.
Mientras tanto, bajo la mesa, se están negociando las condiciones de la extradición del prófugo.
¡Qué sorpresas nos traerán!.
Comentarios
En el caso Fujimori hay dos posibilidades: que lo extraditen o que rechacen la extradición.
Al final, quien va decidir si el Chino debe ir a juicio es la Justicia chilena.
Y allí nada tienen que ver el Apra o el fujimorismo.
Así de simple.
Solo los necios se niegan a ver las distintas posibilidades que ofrece la vida.
Saludos.