Fujimori llegó a Lima, nos enfrentó entre peruanos y nos desestabilizó política y económicamente. Un misil llegó del sur y nos ahoga entre nuestros propios odios, frustraciones y culpas.
Es que ahora, en el Siglo XXI, ni el nacionalismo es igual a matonería, ni las guerras se ganan con armas. Ahora en la era de la información y el conocimiento, las mayores batallas se ganan con inteligencia, tecnología, planes estratégicos y geopolítica.
Y, lamentablemente, nada de eso hemos logrado aún ni como país, ni mucho menos como nación. La división del Perú se consumó con la llegada del ex dictador; el gobierno y los políticos tratan de esconderse del dedo acusador de la mafía fujimontesinista, mientras el pueblo se agota entre insultos y amenazas mutuas, azuzados por los que siempre han vivido de su hambre y miseria.
La canasta familiar sube de precio y el Perú se sigue vendiendo al mejor postor. ¡Salud Chile!, el Perú es tuyo ahora más que nunca.
Finalmente, aclaro, que no pretendo exacerbar ningún afan violentista en contra de Chile. Sólo quiero decir a los peruanos que no nos agotemos en las patrañas de Fujimori, Montesinos ni de políticos corruptos.
Estemos vigilantes para que los malhechores paguen por sus crímenes, pero sigamos caminando hacia objetivos que el gobierno olvida por cuidar su rabo de paja.
Es que ahora, en el Siglo XXI, ni el nacionalismo es igual a matonería, ni las guerras se ganan con armas. Ahora en la era de la información y el conocimiento, las mayores batallas se ganan con inteligencia, tecnología, planes estratégicos y geopolítica.
Y, lamentablemente, nada de eso hemos logrado aún ni como país, ni mucho menos como nación. La división del Perú se consumó con la llegada del ex dictador; el gobierno y los políticos tratan de esconderse del dedo acusador de la mafía fujimontesinista, mientras el pueblo se agota entre insultos y amenazas mutuas, azuzados por los que siempre han vivido de su hambre y miseria.
La canasta familiar sube de precio y el Perú se sigue vendiendo al mejor postor. ¡Salud Chile!, el Perú es tuyo ahora más que nunca.
Finalmente, aclaro, que no pretendo exacerbar ningún afan violentista en contra de Chile. Sólo quiero decir a los peruanos que no nos agotemos en las patrañas de Fujimori, Montesinos ni de políticos corruptos.
Estemos vigilantes para que los malhechores paguen por sus crímenes, pero sigamos caminando hacia objetivos que el gobierno olvida por cuidar su rabo de paja.
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