Los discursos no cesan, pero tampoco disminuye el descontento en la población. El aumento de la delincuencia se ha hecho notar en estos últimos meses; se incrementaron los asaltos en las carreteras, las muertes en las pistas y, el narcoterrorismo se asoma con fuerza otra vez.
Todos esto son claros indicios de desgobierno, de incapacidad para conducir el país por los caminos de la democracia. Ahora el aprismo amezana violentar el mismo estado de derecho publicando una lista de los que fueron jusgados por terrorismo, una lista que viola derechos fundamentales de las personas.
Lo más grave aún es que en esa lista existen personas que nunca estuvieron involucrados con el terror; existen una cantidad conocida de inocentes que fueron detenidos y condenados por la dictadura Fujimori-Montesinista; y que luego fueron liberados por las gestión de una comisión especial.
Pero al aprismo no le interesa los derechos de esas personas, tan sólo está interesado y desesperado por tapar su incapacidad, por culpar a otros de sus errores y sus graves deficiencias.
Pues, no han aprendido aún, que en el siglo XXI ya no se gobierna con discursos. La gente necesita medios, oportunidades reales y la delincuencia no solo necesita leyes, sino también acciones concretas, una policía bien equipada, con medios suficiencias para combatirla.
Todos esto son claros indicios de desgobierno, de incapacidad para conducir el país por los caminos de la democracia. Ahora el aprismo amezana violentar el mismo estado de derecho publicando una lista de los que fueron jusgados por terrorismo, una lista que viola derechos fundamentales de las personas.
Lo más grave aún es que en esa lista existen personas que nunca estuvieron involucrados con el terror; existen una cantidad conocida de inocentes que fueron detenidos y condenados por la dictadura Fujimori-Montesinista; y que luego fueron liberados por las gestión de una comisión especial.
Pero al aprismo no le interesa los derechos de esas personas, tan sólo está interesado y desesperado por tapar su incapacidad, por culpar a otros de sus errores y sus graves deficiencias.
Pues, no han aprendido aún, que en el siglo XXI ya no se gobierna con discursos. La gente necesita medios, oportunidades reales y la delincuencia no solo necesita leyes, sino también acciones concretas, una policía bien equipada, con medios suficiencias para combatirla.
Comentarios
Donde quiera cuecen habas.
Zenia
http://imaginados.blogia.com