Candidatos lanzados al ruedo, otros que asoman todavía sin decidirse y unos más que no tienen ni idea que Internet existe; no tarda en llegar una avalancha de propuestas que no pasarán sin impactar de alguna manera a los cibernautas.
Las propuestas serán diversas, unos prometerán mucho, otros nada, (como aquella candidata que acompañó al finado Valentín Paniagua sin decir ni una J). Sin embargo, la gente decidirá por alguien, bien sea por que le gusta una propuesta o, lo que ya es un deporte aquí, por votar contra alguien.
Más de uno querrá repetir la historia de Barack Obama, que según se informó, tuvo como principal medio de difusión de su propuesta Internet y las nuevas tecnologías. Si esto fue así, habría que preguntarse ¿cuál fue el verdadero peso de este para inclinar la balanza a favor del candidato?.
En principio el medio es sólo un camino para llegar a, y si este camino es muy frecuentado por personas, es de esperarse que se logre llegar a muchas de ellas. Sin embargo, no sólo es el uso de un medio lo que hace que la gente decida por algo; son otras cosas, que no analizaremos aquí. Nos interesa hacer un ligero análisis de Internet como medio para difundir una propuesta política aquí en el país.
Para ello tomamos como base el informe 2009 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, según el cual -y siguiendo con la experiencia gringa-, la penetración de Internet en los hogares norteamericanos es más del 60 por ciento.
De esto, sólo el 13 por ciento son abonados del servicio de Internet móvil. Entonces cabe preguntarse ¿qué porcentaje de estos fueron los que contribuyeron a colocar a Obama en la Casa Blanca?. Quizás no lo sepamos nunca.
Ahora aterrizando en Perú, en el mismo informe, se muestra que la conectividad desde el hogar es considerablemente más bajo; aunque tomando en cuenta la gran difusión de los medios públicos de acceso, se estima que son cerca del 30% de la población que tiene acceso a la red. Si esto es así, son poco más de 8 millones de peruanos que acceden a Internet.
Pero aun queda por hacer un estimado de cuánto de esa población está en edad para participar en un proceso electoral. Aquí las cifras indican que más del 80 por ciento son jóvenes y probablemente gran parte de ellos no están en edad para sufragar.
Si consideramos el 20 por ciento restante, habría que formularse otras preguntas como: ¿Con cuanta frecuencia acceden a Internet? ¿Cuántos participan de alguna red social o alguna lista de interés? ¿Cuántos usan acceso móvil o usan mensajería instantánea?. Las respuestas están aún por conocerse.
En cuanto a Internet móvil, esto todavía está en pañales no existen datos fiables para hacer un estimado. Sin embargo, es notable la penetración del teléfono celular en los hogares; pero eso no implica que la mensajería instantánea sea una opción que prometa puesto que el servicio es aún muy caro en el Perú.
De manera que, observando desde la frialdad de las estos datos, Internet en el Perú puede ser un medio importante, pero no determinará la masiva difusión de una propuesta, ni será decisivo para afianzar la candidatura de alguien.
A pesar de todo, no es recomendable ni inteligente relegarlo o despreciar su uso. Ya que su poder que reside en su facilidad de acceso, flexibilidad y atemporalidad, puede convertirla en un medio complementario de gran importancia.
Las propuestas serán diversas, unos prometerán mucho, otros nada, (como aquella candidata que acompañó al finado Valentín Paniagua sin decir ni una J). Sin embargo, la gente decidirá por alguien, bien sea por que le gusta una propuesta o, lo que ya es un deporte aquí, por votar contra alguien.
Más de uno querrá repetir la historia de Barack Obama, que según se informó, tuvo como principal medio de difusión de su propuesta Internet y las nuevas tecnologías. Si esto fue así, habría que preguntarse ¿cuál fue el verdadero peso de este para inclinar la balanza a favor del candidato?.
En principio el medio es sólo un camino para llegar a, y si este camino es muy frecuentado por personas, es de esperarse que se logre llegar a muchas de ellas. Sin embargo, no sólo es el uso de un medio lo que hace que la gente decida por algo; son otras cosas, que no analizaremos aquí. Nos interesa hacer un ligero análisis de Internet como medio para difundir una propuesta política aquí en el país.
Para ello tomamos como base el informe 2009 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, según el cual -y siguiendo con la experiencia gringa-, la penetración de Internet en los hogares norteamericanos es más del 60 por ciento.
De esto, sólo el 13 por ciento son abonados del servicio de Internet móvil. Entonces cabe preguntarse ¿qué porcentaje de estos fueron los que contribuyeron a colocar a Obama en la Casa Blanca?. Quizás no lo sepamos nunca.
Ahora aterrizando en Perú, en el mismo informe, se muestra que la conectividad desde el hogar es considerablemente más bajo; aunque tomando en cuenta la gran difusión de los medios públicos de acceso, se estima que son cerca del 30% de la población que tiene acceso a la red. Si esto es así, son poco más de 8 millones de peruanos que acceden a Internet.
Pero aun queda por hacer un estimado de cuánto de esa población está en edad para participar en un proceso electoral. Aquí las cifras indican que más del 80 por ciento son jóvenes y probablemente gran parte de ellos no están en edad para sufragar.
Si consideramos el 20 por ciento restante, habría que formularse otras preguntas como: ¿Con cuanta frecuencia acceden a Internet? ¿Cuántos participan de alguna red social o alguna lista de interés? ¿Cuántos usan acceso móvil o usan mensajería instantánea?. Las respuestas están aún por conocerse.
En cuanto a Internet móvil, esto todavía está en pañales no existen datos fiables para hacer un estimado. Sin embargo, es notable la penetración del teléfono celular en los hogares; pero eso no implica que la mensajería instantánea sea una opción que prometa puesto que el servicio es aún muy caro en el Perú.
De manera que, observando desde la frialdad de las estos datos, Internet en el Perú puede ser un medio importante, pero no determinará la masiva difusión de una propuesta, ni será decisivo para afianzar la candidatura de alguien.
A pesar de todo, no es recomendable ni inteligente relegarlo o despreciar su uso. Ya que su poder que reside en su facilidad de acceso, flexibilidad y atemporalidad, puede convertirla en un medio complementario de gran importancia.
Comentarios