Hablando en serio ¿crees que habrá cambios?

Se acerca el 28 de julio y con él la partida de alguien que nunca debió volver a Palacio de Gobierno; pero también llega una nueva esperanza, una nueva oportunidad para que el Perú encuentre un rumbo que favorezca a la mayoría de su gente.

Las expectativas están, naturalmente, en el nuevo presidente, los miembros de su gabinete ministerial y también en su familia. Algunos ministros ya han generado más de un comentario, pero la mayoría de ellos ha recibido manifestaciones de serena aceptación. También agrega cierto prúrito el temor de que se repita una historia poco feliz para los peruanos: el Presidente del Perú ingresa a Palacio no sólo con esposa e hijos, sino con todo su entorno familiar.

En fin, el tiempo lo dirá, pero soy consciente de que las cosas no serán fáciles, por que es muy complicado satisfacer a un pueblo que se ha elaborado las más altas expectativas y, sobre todo, por que el ambiente está saturado de intereses que nada tienen que ver con reivindicaciones sociales ni nada por el estilo. El camino, con seguridad, estará lleno de piedras, hoyos y trampas que harán tambalear el más sano afán progresista.

De manera que soy un poquito pesimista: los cambios que esperamos no serán como los que soñamos, sin embargo, a pesar de todo, el Perú seguirá peruanizándose. ¡Aquí quiero estar!

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