Estoy enamorado de los blogs, no solo tengo varios de ellos, sino
muchas razones para considerarla una maravilla tecnológica. Nacieron como un juego y se popularizaron como otro, tan velozmente, como se venden los juguetes en navidad, sólo que, para los blogs, todos los días son navidad.
Nació como una bitácora de anécdotas y comentarios cotidianos, pero ahora ya son depositarios de razones, sentimientos, creaciones literarias, artísticas, científicas, tecnológicas y afanes solidarios que irradian osadía, pertenencia, oportunidad, comunidad, crean sociedad.
El blog es automático, fácil de usar y no tiene costo, ni exige límite de edad; es libertad, universalidad, tolerancia y permisibilidad. No pertenece a nadie y cualquiera puede hacerle suyo para el propósito que le plazca; puede ser una persona o grupo, organizadas en asociaciones, empresas, congregaciones, comunidades, etc., unidas por afinidades o intereses. Nadie tiene el derecho de reclamarle como propio.
El Comercio: ¿son o no son? No creo que sea una buena manera de analizar los blogs del diario
El Comercio preguntándose si son o no. El problema es más bien el propósito que persigue. El diario recurrió a ellos para recuperarse de la pérdida de lectores que experimentó luego del lanzamiento de su nuevo sitio. Entonces, el propósito es lograr más visitas, lo que se traduce en objetivos comerciales. Lo cual es natural y totalmente válido para toda empresa.
Se sabe que el
cambio repentino de un sitio web tiene sus consecuencias directas en la afluencia de visitas recurrentes. Estos huyen confundidos por el hecho de encontrar su “kiosko” totalmente cambiado. Lo que siempre olvidan los editores e ingenieros, es que una página web crea hábitos, instaura en la mente humana mapas y secuencias de acción que facilita la navegación a los visitantes que recurren (
Ver Usabilidad de la A-Z). Es por eso que el cambio tiene que ser cuidadoso, planificado y, sobre todo, anunciado; se debe invitar a los lectores a navegar por el nuevo espacio, mientras todavía está en funcionamiento el otro.
Los cambios y los rediseños son recomendables cada cierto tiempo, por que, primero, permiten incorporar nuevas aplicaciones y tecnologías, y también para “reenamorar” a nuestros visitantes, puesto que las nuevas presentaciones casi siempre resultan novedosas, atractivas e insuflan curiosidad, aunque a veces resultan nada prácticos y peores que la anterior. El problema surge cuando los nuevos diseños pretenden borrar la historia; desaparecer en su totalidad y repentinamente la versión anterior del sitio. Allí es cuando se produce la huida masiva de usuarios; simplemente se van por que están confundidos, o no tienen el tiempo para explorar el nuevo. Aquí funciona literalmente el dicho “más vale lo malo conocido…”.
Además de eso, es también de observarse en el caso del diario al que nos referimos, que la lentitud de cargado y el tratamiento del color jugaron papeles importantes en el bajón de visitas. Parece que no se tomó en cuenta los problemas de conexión que sufrimos los peruanos, ni tampoco se consideró el tipo de equipos desde donde se acceden a sus páginas. Por el lado del color, sólo nos preguntamos ¿por qué no se usó el fondo blanco que usan la gran mayoría de diarios del mundo? Existe una teoría del color y estudios sobre la percepción de ellos que los diseñadores gráficos profesionales lo conocen muy bien.
Sin embargo, el problema del color es más serio de lo que se cree. A la pesadez de la página en -términos de KB- se suma una pesadez psicológica generada por el color; te da una sensación de lleno total que satura y no permite distinguir a simple vista cual es la noticia y cual la publicidad; de manera que en el diario, todo parece publicidad; el home del diario se ve a la primera mirada como un afiche, y ya se sabe con demasiada certeza, cual es el impacto de la primera impresión. Uno visita un diario para leer noticias y no para ver publicidad, los avisos publicitarios son secundarios para el lector y, es más, a muchos estorba. No quiero decir que se prescinda de ellos, sino que se haga mayor diferencia entre ambos, y esto lleva a tratar el manejo del color.
Otro cosa, que lo menciono al paso, es que se debería pensar más en la línea editorial: ¿A cuántas personas interesa un fútbol que se juega casi siempre con tribunas vacías? El fútbol peruano no vende ni aunque las entradas estén a un sol; ni menos sacrificaré mi tiempo en internet, para cargar la página del El Comercio y encontrar como noticia principal “Municipal venció a Cristal”. Me siento estafado.
Entonces, creo que se debe mejorar esto, así como aplicar con mayor decisión los nuevos conceptos como el Periodismo Ciudadano y llevar más adelante eso que los expertos llaman el Periodismo 3.0; que es mucho más que sólo blogs.
El BlogmercioEntonces, ante estas circunstancias (disminución de visitas), se recurrió al blog. Este es un recurso totalmente válido para salvar el revés causado por la disminución de visitas; sin embargo, tampoco se puede abusar de esto, puesto que hace pensar en la falta de conceptos e imaginación para levantar al diario sin la necesidad de convertirle en un directorio de blogs. Si sigue así, pronto tendremos otro directorio de blogs: El BLOGMERCIO, un directorio con un estilo propio, es decir, con bloggers que escriben con los objetivos que les impone la empresa y no con el propósito desinteresado y solidario, propio del estilo original del bloguer. No quiero decir que los bloguers no pueden vivir de sus blogs. Por supuesto que sí, y tienen todo el derecho.
Por el lado comunicacional, el blog es una herramienta que te permite realizar el ideal de la comunicación social, esto es, una relación comunicativa propiamente, entendida como intercambio de información entre el que escribe y el que lee; esto va más allá de permitirte dejar comentarios, es también recibir una respuesta y actuar en función de esta. No he visto en El blogmercio a alguien que se tome esa molestia; quizás por falta de tiempo o por que no es política de la empresa. Tampoco es de esperarse que se pongan a contestar a todos los comentarios, sin embargo, tampoco es recomendable ignorarlos totalmente.
Entonces tenemos a alguien que crea un escenario, deja una carnada y espera que los sujetos lleguen y combatan unos contra otros. Así las cosas, no importa que los comentarios dejados estén o no acordes con el tema, aporten al contenido, ni menos que presenten lenguaje apropiado. Esto sucede por que el propósito no es la comunicación, la socialización, ni la formación de comunidad que suele propiciar la actividad blogger ideal.
En fin, el tema da para más y, quizá, algunos tengan una visión diferente y tan válida como cualquier opinión. La idea es conversar, debatir y contribuir.
Esta es mi pequeña contribución al debate e intercambio de ideas propuesto por el Festival Blogs y Bloggers promovido por
Blogs Perú. Espero sus comentarios, sean del tipo que sean, ¡ya me salieron callos!